El plan de igualdad es el documento o conjunto de documentos que tienen como objetivo alcanzar dentro de una organización empresarial la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres, además de eliminar la discriminación por razón de sexo.
Este conjunto de acciones adopta la transversalidad de género como pilar para tejer una estrategia efectiva que consiga la igualdad entre mujeres y hombres. Ello implica incorporar la perspectiva de género en la gestión de la empresa en todas sus políticas y a todos los niveles. Además, un plan de Igualdad es preventivo, es decir, elimina cualquier posibilidad de discriminación futura por razón de sexo.
No todas las empresas están obligadas a crear y aplicar un plan estratégico de igualdad: la ley ha establecido tramos y líneas temporales para que la aplicación de esta iniciativa fuera lo más sencilla posible:
- Inicialmente, se estableció la obligatoriedad para empresas de más de 250 trabajadores/as.
- A partir del 7 de marzo del 2020, se incluyeron las empresas de 150 a 250 trabajadores/as.
- Desde el 7 de marzo del 2021 deben tenerlo las empresas con un número de trabajadores/as igual o superior a 100.
- Finalmente, el pasado 7 de marzo de 2022 entró en vigor la última modificación de la norma, que establece que todas las empresas con 50 o más trabajadores/as deben disponer de un plan de igualdad o, al menos, este debe estar en proceso de creación con la comisión negociadora.
Todo plan de igualdad, junto con otros aspectos, debe contener los objetivos que se quieren alcanzar con la aplicación del mismo; en función de cuáles sean, distinguimos entre dos tipos de objetivos: generales y específicos.
Los objetivos se definen antes de la puesta en marcha del plan, cuando se realiza el diagnóstico de situación previo, y se evalúan de forma periódica durante el tiempo en el que el plan está activo (máximo 4 años) y a la finalización del mismo, para vigilar su cumplimiento.
- Mejor imagen corporativa.
- Oportunidades de atraer y conservar talento.
- Mejor clima laboral entre los empleados y mayor compromiso de estos con la empresa.
- Reducción del absentismo laboral y de la rotación de personal.
- Oportunidades en las ofertas para las licitaciones públicas, puesto los planes de igualdad de género que se apliquen en la ejecución del contrato y, en general, la igualdad entre mujeres y hombres, pueden ser tenidos en cuenta por las Administraciones Públicas como criterio de adjudicación de contratos para determinar la mejor relación calidad-precio de una oferta.