La movilidad geográfica es un tema muy importante en el ámbito laboral, ya que puede tener un gran impacto en la vida de los trabajadores y en su capacidad para mantener un empleo. En España, el Estatuto de los Trabajadores establece las normas que rigen la movilidad geográfica de los empleados, y la jurisprudencia ha aportado diversas interpretaciones y casos prácticos en los que se ha aplicado esta normativa.

El artículo 40 del Estatuto de los Trabajadores establece las reglas que rigen la movilidad geográfica de los trabajadores. Según este artículo, el empleador puede modificar las condiciones de trabajo de un empleado, incluyendo su lugar de trabajo, siempre y cuando existan razones económicas, técnicas, organizativas o de producción que lo justifiquen. Sin embargo, el empleador debe notificar al trabajador el cambio con una antelación mínima de 30 días, y el trabajador tiene derecho a rescindir su contrato si no está de acuerdo con la modificación.

Se establece que el trabajador tiene derecho a una indemnización si decide rescindir su contrato debido a esta modificación sustancial de las condiciones de trabajo que le perjudique de forma notable. En el caso de la movilidad geográfica, si el trabajador se ve obligado a trasladarse a un lugar lejano y esto supone un perjuicio para él, puede rescindir su contrato y tendrá derecho a una indemnización equivalente a 20 días de salario por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades.

Para que se considere una modificación sustancial de las condiciones de trabajo que justifique la rescisión del contrato, el cambio en el lugar de trabajo debe ser importante y tener un impacto significativo en la vida del trabajador.

Si te han cambiado el centro de trabajo, o te han modificado sustancialmente las condiciones de trabajo, ponte en contacto con nosotros en el teléfono 981 07 05 66, o través del email .