La nueva Ley de Paridad entró en vigor el pasado jueves 22 con muchas buenas intenciones, marcadas por las líneas legales marcadas por Europa, pero con un error crítico que se espera sea solventado en la sesión del Consejo de Ministros de hoy.
LEY DE PARIDAD A PARCHEAR
Y es que la Ley Orgánica 2/2024, conocida como la Ley de Paridad, con modificaciones en el Estatuto de los Trabajadores, según ha reconocido el propio Ministerio de Igualdad, contiene un «error lamentable» que suprime la protección frente al despido improcedente para los empleados que soliciten el permiso de cinco días por cuidado de familiares, una excedencia o una reducción o adaptación de su jornada laboral (una aplaudida medida tomada hace solo poco más de un año). Este fallo legislativo podría dejar desprotegidos a quienes buscan conciliar su vida personal y profesional, eliminando una salvaguarda clave en el Estatuto de los Trabajadores.
Las mayores novedades de esta ley incluyen pretende asegurar una representación equilibrada de mujeres y hombres en los ámbitos público y privado. Esta normativa exigirá a las grandes empresas y a la Administración General del Estado que, al menos, el 40% de los cargos directivos sean ocupados por mujeres. Además, permitirá que la presencia femenina en dichos órganos supere el 60% y, en un escenario ideal, llegue al 100%.
La implementación de la ley sigue un calendario escalonado. Las compañías que forman parte del Ibex 35 deberán cumplir con estos requisitos antes del 30 de junio de 2025, mientras que el resto de las empresas cotizadas tendrán hasta 2026 para adaptarse. En cuanto a los sindicatos y asociaciones empresariales, se les concede un plazo más amplio, hasta 2028, para ajustar su estructura directiva.
Los Colegios Profesionales, por su parte, deberán garantizar que, a más tardar el 30 de junio de 2026, las mujeres ocupen al menos el 40% de los puestos en sus Juntas de Gobierno o Consejos de Gobierno. Asimismo, los Consejos de Administración y las altas direcciones de las entidades de interés público deberán cumplir con un 33% de representación femenina para junio de 2026 y alcanzar el 40% dos años después.
La ley también aplica factores correctores que beneficien a investigadoras que puedan sufrir penalizaciones por parones en su actividad profesional por cuestiones personales, como los períodos de embarazo o el cuidado de hijos.
Durante el debate previo a la votación y aprobación definitiva de la ley, el pasado 23 de julio, en el Congreso de los Diputados, la ministra de Igualdad subrayó la importancia de esta nueva norma.
«Esta ley es necesaria para garantizar el principio de mérito y capacidad en todos los ámbitos de la vida social, deportiva, política y económica de este país porque sólo, y una vez más lo repito, desde la igualdad de oportunidades las y los mejores pueden llegar a desempeñar las máximas dignidades y responsabilidades», destacó Redondo.
Si te preocupa cómo puede afectarte la nueva Ley, no dudes en consultarnos.